Ahora que viene el verano y los calores -bueno, en el Hemisferio Norte, claro- creo que es muy interesante este truco que me acabo de encontrar navegando navegandito por internet:
"Si te apetece tomarte una lata de refresco bien fresquita, pero acabas de comprarlas y están muy calientes, atención al truco.Esto vale para otros recipientes de vidrio u otros contenidos.Si metemos la lata en el congelador tardaríamos entre 20 y 30 minutos.Si pones en un tazón con agua, sal y dos cubitos de hielo, en 5 minutillos la lata pasará de temperatura ambiente (18º C) a tener hielo flotando.Esta técnica (la del hielo, el agua y la sal) se suele usar en los hoteles para enfriar y mantener frío el champán.Explicación: La mezcla baja rápidamente de temperatura sin llegar a congelarse gracias a la sal. Ésta, para disolverse, necesita energía y tendrá que tomarla absorbiendo el "calor" del agua. A la vez, el hielo se derretirá puesto que el contacto con la sal disminuye su temperatura de solidificación, y para perder la estructura sólida también necesita energía, por lo que también la tomará del agua enfriándola aún más. Por supuesto, el contacto con el exterior "dificulta" nuestro objetivo el aire caliente aporta energía pero en una nevera el proceso no tendrá freno."
Yo para estos casos siempre había usado el congelador, pero esto parece mucha mejor solución.
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